Pensamiento jurídico


PENSAMIENTO JURÍDICO


No se conoce con detalle la actividad profesional de Ascensión Chirivella, más allá de que parece que se dedicó con intensidad al Derecho Civil. De su pensamiento jurídico no se conserva más que un único documento, el discurso ofrecido el 15 de diciembre de 1935 en el Colegio de Abogados, con el título «La mujer y la abogacía», que fue impreso por acuerdo del Colegio el 26 de febrero de 1936.

En primer lugar ironiza sobre las risas y el desdén que había provocado el acercamiento de la mujer a la profesión jurídica. El tono de su alocución incluye un tímido feminismo moderado igualitario, que hoy debe leerse en el contexto de los años treinta, y que está muy alejado del discurso igualitario del siglo XXI.

Ascensión defiende que la mujer no es inferior ni superior al varón: es absolutamente distinta. Por ello cree que la abogacía es un terreno profesional adecuado para la mujer, pero su misión es diferente a la del abogado masculino. Por ello no deben ser aceptados por una abogada los casos que repugnen a sus sentimientos, ni deben participar en los turnos de oficio.

La «mujer abogado» (lo de «abogada» es una conquista lingüística posterior) debe orientarse a «defender al humilde, animar al caído y proteger al niño». Su acceso a la judicatura debe estar limitado a determinados ámbitos del derecho, porque aunque una mujer puede ser un buen magistrado, por su temperamento «será siempre un maravilloso juez del Tribunal Tutelar de niños». En el discurso también se puede intuir el ideario político de Ascensión Chirivella: defiende una Constitución con igualdad de derechos para todos, reclama una legislación digna para el obrero e incluso denuncia la situación de indefensión de las madres solteras ante la ley.

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