Matrimonio y política


«A LA SOMBRA»  DE SU MARIDO


En 1928 Álvaro Pascual-Leone es un joven y prometedor abogado de 32 años con inquietudes políticas. Ahora, con el final de la dictadura de Primo de Rivera, cree que ha llegado su momento. Y vehicula sus inquietudes políticas en la primera línea del PURA, junto a Sigfrido Blasco Ibáñez. Con la instauración de la Segunda República es elegido concejal del Ayuntamiento de Valencia y participa en la redacción del anteproyecto de Estatuto de Autonomía de la actual Comunidad Valenciana.

Es elegido diputado en 1931 y en 1933 por la circunscripción de Castellón por las listas del PURA. En 1936 vuelve a ser elegido, esta vez por la provincia de Almería y por las listas de su nuevo partido, la Unión Republicana.
Durante todo este tiempo el marido de Ascensión reside a caballo entre Madrid y Valencia. Mientras tanto, Ascensión no se ha convertido en una ama de casa al uso. Bien al contrario, por un lado colabora en el despacho profesional de su marido y, por otro lado, colabora directamente en su actividad política. Entre 1932 y 1934 son habituales los mítines en los que Ascensión Chirivella toma la palabra junto a su marido. Ascensión es, además, una de las promotoras de un nuevo movimiento que pretende acercar la política a las mujeres. Es frecuente su presencia en las inauguraciones de las asociaciones republicanas femeninas que comienzan a surgir en todo el territorio de la provincia de Castellón En sus discursos lamenta la indiferencia con que se ha tratado a la mujer en los asuntos políticos y aboga por el estudio de la Constitución de 1931 como vehículo de comprensión de la obra realizada y por realizar.

En diciembre de 1935 es invitada por el Colegio de Abogados a dar un discurso en el paraninfo de la Universidad Literaria de Valencia. Allí Ascensión pronuncia un aclamado discurso en el que se muestra modesta y agradecida: «no traigo a esta tribuna más mérito que el de haber abierto las puertas de la abogacía a la mujer española, por ser la primera que en España ejerció la profesión».

Vemos pues que el hecho de que aparezca como «no ejerciente» en los registros del Colegio de Abogados no significa que Ascensión Chirivella haya renunciado a protagonizar una intensa vida pública. De hecho, a través de esta investigación hemos llegado a la conclusión de que el éxito político de Álvaro Pascual-Leone tiene mucho que ver con el impulso recibido de su propia esposa y del entorno familiar de esta.

En los años veinte los Chirivella Marín, una familia acomodada de las de piano en el salón, mantiene amistad con algunos de los personajes más destacados de la Valencia de la época, como el músico José Iturbi y el escritor y político Vicente Blasco Ibáñez. Ascensión es íntima amiga de los hijos de Blasco. Tras el fallecimiento de este el padre y el marido de Asunción se ocupan de su testamento. Así que es muy probable que el acceso a la política por la puerta grande de un abogado de orígenes humildes como Pascual-Leone se apoyara en las relaciones de amistad de su familia política y de su esposa.

Al desatarse la Guerra Civil Álvaro y su esposa permanecen fieles a la República. En aquel momento Ascensión vive con su hija en Valencia, mientras que su marido reparte su tiempo entre Valencia y Madrid, donde es diputado en Cortes. En 1937 es nombrado magistrado del Tribunal Supremo.

Ante el peligro de los bombardeos en la capital valenciana Ascensión y su hija Blanca salen de la ciudad y pasan la guerra en poblaciones más seguras como Calp, Finestrat, Terrassa o Puigcerdà. Les acompañan su hermana Teodora y su sobrina Dora, apenas un bebé. Cuando las tropas franquistas llegaron a Cataluña, Ascensión y Blanca pasaron a Francia, donde se les reunió posteriormente Álvaro, tras haber asistido en Figueres a la última reunión de las Cortes republicanas en febrero de 1939.

Su hermana Teodora, que no se había significado políticamente, decidió volver con su hija a Valencia. Más adelante, tras enviudar prematuramente, Teodora recibió la ayuda de su otro hermano, Rafael, un hombre de mentalidad conservadora que había encontrado un plácido acomodo en la sociedad franquista ejerciendo como médico en Calpe.

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